Verónica C. Rosado Pérez 2 de octubre de 2012
ARQUI-3121-005
Prof. Javier Isado
Diseños
pueden ser muchos pero el lugar será solo uno
El gesto arquitectónico es un gesto de posesión de un
terreno o espacio: cómo este se trabaja, se modifica o se altera de acuerdo a
quien lo posee. Cuando se hace arquitectura se trabaja íntimamente ligado con
el espacio del que se dispone para realizar un proyecto. Muchos se plantean qué
diferencia a un arquitecto de un ingeniero a la hora de hablar sobre la
construcción y el diseño de edificios. Tanto los arquitectos como los
ingenieros varían en estilo y opinión dentro de sus disciplinas. Esto se
aprecia en la manera en que responden cada uno a un mismo problema; esto se
puede complementar con la idea que sobre el lugar, ya que un ingeniero no
reacciona ante este de la misma manera que lo hace un arquitecto.
El lugar, un suelo, es
un elemento inicial en el proceso de
hacer arquitectura. Cuando se planifica un proyecto se debe interpretar ese
espacio en el que se creará el diseño; contemplar sus atributos y condiciones.
Rafael Moneo explica sobre las determinaciones que se le da al gesto de poseer,
en este caso, un terreno o espacio. Al tomarse dominio de este se adquiere
poder sobre él y es el individuo que lo
posee quien decidirá alterarlo de acuerdo a sus intenciones o necesidades.
Entonces aquí es donde el diseño entra en acción, creando lugares funcionales e
incluso en ocasiones con cierto valor simbólico y/o estético. La arquitectura
es un gesto físico, una realidad que establece valores sobre un espacio, y que
una vez construida forma parte del mismo entorno natural que ocupa. Dos
proyectos que explican la idea de la relación entre la naturaleza y la
arquitectura que Moneo presenta son Kursaal en San Sebastián y la Fundación
Pilar y Joan Miró en Palma de Mallorca, que son diseños que nacieron del lugar
en donde se establecieron y ahora forman parte de él.
El espacio que se posee
es importante pero es también fundamental hablar sobre el poseedor, que es
quién luego moldea el espacio de acuerdo a sus requisitos. En nuestro caso el
poseedor puede ser un ingeniero o un arquitecto. Muchos se preguntan a diario
qué los diferencia, cuál es más fundamental a la hora de diseñar un espacio. La
realidad es que, basándome en lo que Rice explica, ambos tienen distintos
puntos de vista y no responden de igual
manera para resolver un mismo problema. El arquitecto no mira el proyecto
tomando las mismas consideraciones que
toma un ingeniero, las soluciones que presentan son desiguales; un arquitecto
establece respuestas que son inicialmente creativas, mientras que un ingeniero
es inicialmente más técnico e inventivo.
Toda esta argumentación me hace entender que el lugar
juega un papel significativo en el proceso de diseño y que el poseedor altera
ese espacio dándole valor funcional, simbólico y estético. Hay muchas maneras
de interpretar la realidad para realizar la alteración de un lugar. Existe
entonces la necesidad de tomar consideraciones
tanto personales, como técnicas y racionales para que el producto sea
preferiblemente integrado al espacio natural. Una conducta eficiente en este
proceso es servirse del interior y del exterior de nuestro ser para llegar a la
solución; es por eso fundamental que en estos trabajos intervenga tanto la mano
del arquitecto como la del ingeniero, ya que cada uno tiene un juicio distinto
que dar sobre el proyecto.
Referencias:
Moneo, Rafael. "El murmullo del lugar". Circo. 24. 1995. p. 634-640.
Rice, Peter. "The Role of the Engineer". An Engineer Imagines. Artemis. London Zurich Munich. p. 71-81
![]() |
Auditorio de Tenerife, España. Proyecto del arquitecto Santiago Calatrava para finales del siglo XX http://francotrezza.blogspot.com/2012/05/auditorio-de-tenerife-espana.html |
Referencias:
Moneo, Rafael. "El murmullo del lugar". Circo. 24. 1995. p. 634-640.
Rice, Peter. "The Role of the Engineer". An Engineer Imagines. Artemis. London Zurich Munich. p. 71-81
No hay comentarios:
Publicar un comentario