4 de octubre de 2012

El Gesto Arquitectónico


Verónica C. Rosado Pérez                                                                        2 de octubre de 2012
ARQUI-3121-005                                                                                      

Prof. Javier Isado

Diseños pueden ser muchos pero el lugar será solo uno

El gesto arquitectónico es un gesto de posesión de un terreno o espacio: cómo este se trabaja, se modifica o se altera de acuerdo a quien lo posee. Cuando se hace arquitectura se trabaja íntimamente ligado con el espacio del que se dispone para realizar un proyecto. Muchos se plantean qué diferencia a un arquitecto de un ingeniero a la hora de hablar sobre la construcción y el diseño de edificios. Tanto los arquitectos como los ingenieros varían en estilo y opinión dentro de sus disciplinas. Esto se aprecia en la manera en que responden cada uno a un mismo problema; esto se puede complementar con la idea que sobre el lugar, ya que un ingeniero no reacciona ante este de la misma manera que lo hace un arquitecto.

            El lugar, un suelo, es un elemento  inicial en el proceso de hacer arquitectura. Cuando se planifica un proyecto se debe interpretar ese espacio en el que se creará el diseño; contemplar sus atributos y condiciones. Rafael Moneo explica sobre las determinaciones que se le da al gesto de poseer, en este caso, un terreno o espacio. Al tomarse dominio de este se adquiere poder  sobre él y es el individuo que lo posee quien decidirá alterarlo de acuerdo a sus intenciones o necesidades. Entonces aquí es donde el diseño entra en acción, creando lugares funcionales e incluso en ocasiones con cierto valor simbólico y/o estético. La arquitectura es un gesto físico, una realidad que establece valores sobre un espacio, y que una vez construida forma parte del mismo entorno natural que ocupa. Dos proyectos que explican la idea de la relación entre la naturaleza y la arquitectura que Moneo presenta son Kursaal en San Sebastián y la Fundación Pilar y Joan Miró en Palma de Mallorca, que son diseños que nacieron del lugar en donde se establecieron y ahora forman parte de él.

            El espacio que se posee es importante pero es también fundamental hablar sobre el poseedor, que es quién luego moldea el espacio de acuerdo a sus requisitos. En nuestro caso el poseedor puede ser un ingeniero o un arquitecto. Muchos se preguntan a diario qué los diferencia, cuál es más fundamental a la hora de diseñar un espacio. La realidad es que, basándome en lo que Rice explica, ambos tienen distintos puntos de vista y no responden de  igual manera para resolver un mismo problema. El arquitecto no mira el proyecto tomando  las mismas consideraciones que toma un ingeniero, las soluciones que presentan son desiguales; un arquitecto establece respuestas que son inicialmente creativas, mientras que un ingeniero es inicialmente más técnico e inventivo.

Toda esta argumentación me hace entender que el lugar juega un papel significativo en el proceso de diseño y que el poseedor altera ese espacio dándole valor funcional, simbólico y estético. Hay muchas maneras de interpretar la realidad para realizar la alteración de un lugar. Existe entonces la necesidad de  tomar consideraciones tanto personales, como técnicas y racionales para que el producto sea preferiblemente integrado al espacio natural. Una conducta eficiente en este proceso es servirse del interior y del exterior de nuestro ser para llegar a la solución; es por eso fundamental que en estos trabajos intervenga tanto la mano del arquitecto como la del ingeniero, ya que cada uno tiene un juicio distinto que dar sobre el proyecto.

Auditorio de Tenerife, España. Proyecto del arquitecto Santiago Calatrava para finales del siglo XX http://francotrezza.blogspot.com/2012/05/auditorio-de-tenerife-espana.html

Referencias:

Moneo, Rafael. "El murmullo del lugar". Circo. 24. 1995. p. 634-640.

Rice, Peter. "The Role of the Engineer". An Engineer Imagines. Artemis. London Zurich Munich. p. 71-81






 

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