Verónica C. Rosado Pérez Rosado Pérez 1
Prof. Javier Isado
ARQU 3121-005
27 de noviembre de 2012
El arte, su creador y la estética
Cuando
se habla del arte es muy difícil definir el sentido en el cual abundamos o
desarrollamos sobre esta palabra. Es, en términos del dibujo y la pintura, o
puede ser figurativo, al igual que abstracto; la clasificación de esta siempre
estará sujeta a la perspectiva del mundo y sus progresiones a través de la
historia. El hombre, siendo víctima de la sociedad y la cultura establecidas
hasta el presente, desempeña su potencial; o al menos lo intenta, de una manera
bastante definida; es esto entonces similar a argumentar que el arte, sometida
al estado social y económico en el cual se encuentre un grupo, puede definir su
rumbo y decidir a través del artista por qué vías se dirigirá. El arte es un
resultado de crítica o elogio hacia el mundo; pero también la estética de este,
la belleza que encontramos en sus componentes. Umberto Eco habla sobre el tema
de la estética y con este indaga sobre la obra y la importancia de la forma y el
proceso formativo; cuán influyente es el creador y cómo se relaciona con su
creación.
El
arte puede catalogarse entre lo que conocemos como abstracción, figura literal,
surrealismo, representación, cubismo, entre otros; es la historia del mundo la
causante de que exista hoy tanta subjetividad entre estos distintos estilos e
incluso la culpable de cómo son valorizados en ocasiones los mismos. Ejemplos
de esto pueden definitivamente ser Picasso, quien al ser uno de los padres del
cubismo, fue criticado por muchos sobre este nuevo estilo que escapaba de la
realidad de aquella época; y Pollock, que se manifiesta dentro del
expresionismo abstracto, que surge para tiempos de posguerra, y adopta su propia técnica en la pintura, la
cual denomina “action painting” y consiste en el derrame de
pintura sobre el lienzo tirado en el suelo y sin tensar. Estos, al igual que muchos
otros artistas de la época, sufrieron la crítica de la sociedad antes de llegar
al internacionalismo y obtener la fama debido a esas representaciones que
pintaban, esas técnicas y atrevimientos en el arte que no todos comprendían de
igual manera y al mirarlo por vez primera. Dice Benedetto Croce; filósofo,
historiador y crítico literario italiano (1866-1952), que el arte es una visión
o ilusión, una forma de conocimiento que no distingue entre realidad e
irrealidad. Se puede entonces defender, con
este pensamiento de Croce, lo que Picasso, Pollock, Braque, entre otros,
reflejaban en sus cuadros; ellos interpretaban la vida y la plasmaban en el
lienzo de manera abstracta y surrealista; pero dejaban también la
interpretación de la obra abierta a los espectadores, ya que sus estilos
incluso hoy tienden a comprenderse con mucha subjetividad. Cada ojo veía y ve
algo distinto.
Cuando
se argumenta sobre el arte es necesario explicar los papeles que juegan la
estética y la forma en la misma. Luigi Pareyson, filósofo italiano e importante
pensador de la estética y la formativa, establece la teoría de la formatividad que
dice que toda la vida humana es invención, producción de formas; que su
laboriosidad da lugar a creaciones orgánicas dotadas de comprensibilidad y
autonomía propias. Ahora bien, en este argumento Pareyson habla de la invención
en términos generales; el arte tiene unos procesos formativos que la
diferencian de otras formaciones, las cuales Umberto Eco explica al escribir
sobre cómo la persona crea arte, cómo piensa y actúa para lograr sus formaciones
y cómo estas ya realizadas expresan la personalidad del autor. No se puede
olvidar plantear que la pintura también obtiene su valor de lo que de ella se
interprete y que es importante que se de la oportunidad al artista de manifestarse
en su creación. El arte es algo inimitable y además, experimental en donde la
estética podría llegar a
ser dominante pero también estaría abierta a una
consideración de cada espectador individualmente.
Generalmente hablando creo que la utilidad que se le
da al arte nunca puede ser juzgada como mala o buena, mejor o peor. Esta se
recuesta de los procesos de formación que habla Umberto Eco y, es además un
periodo de experimentación que luego termina en un desarrollo agradable al ojo
del creador. No hablo de un resultado final sino de un desarrollo, ya el arte
es algo que logra muchas soluciones pero nunca deja de evolucionar o cambiar.
Es también por eso necesario recordar que a la hora de contemplar una obra de
arte se debe hacerlo evaluando todo el proceso formativo y no solo recostarse
de lo que se aprecia ante una contemplación estática y superficial.