29 de noviembre de 2012

Jackson Pollock

            


Verónica C. Rosado Pérez                                                           Rosado Pérez 1
Prof. Javier Isado
ARQU 3121-005
27 de noviembre de 2012      
El arte, su creador y la estética
            Cuando se habla del arte es muy difícil definir el sentido en el cual abundamos o desarrollamos sobre esta palabra. Es, en términos del dibujo y la pintura, o puede ser figurativo, al igual que abstracto; la clasificación de esta siempre estará sujeta a la perspectiva del mundo y sus progresiones a través de la historia. El hombre, siendo víctima de la sociedad y la cultura establecidas hasta el presente, desempeña su potencial; o al menos lo intenta, de una manera bastante definida; es esto entonces similar a argumentar que el arte, sometida al estado social y económico en el cual se encuentre un grupo, puede definir su rumbo y decidir a través del artista por qué vías se dirigirá. El arte es un resultado de crítica o elogio hacia el mundo; pero también la estética de este, la belleza que encontramos en sus componentes. Umberto Eco habla sobre el tema de la estética y con este indaga sobre la obra y la importancia de la forma y el proceso formativo; cuán influyente es el creador y cómo se relaciona con su creación.
            El arte puede catalogarse entre lo que conocemos como abstracción, figura literal, surrealismo, representación, cubismo, entre otros; es la historia del mundo la causante de que exista hoy tanta subjetividad entre estos distintos estilos e incluso la culpable de cómo son valorizados en ocasiones los mismos. Ejemplos de esto pueden definitivamente ser Picasso, quien al ser uno de los padres del cubismo, fue criticado por muchos sobre este nuevo estilo que escapaba de la realidad de aquella época; y Pollock, que se manifiesta dentro del expresionismo abstracto, que surge para tiempos de posguerra,  y adopta su propia técnica en la pintura, la cual denomina “action painting” y consiste en el derrame de pintura sobre el lienzo tirado en el suelo y sin tensar. Estos, al igual que muchos otros artistas de la época, sufrieron la crítica de la sociedad antes de llegar al internacionalismo y obtener la fama debido a esas representaciones que pintaban, esas técnicas y atrevimientos en el arte que no todos comprendían de igual manera y al mirarlo por vez primera. Dice Benedetto Croce; filósofo, historiador y crítico literario italiano (1866-1952), que el arte es una visión o ilusión, una forma de conocimiento que no distingue entre realidad e irrealidad.  Se puede entonces defender, con este pensamiento de Croce, lo que Picasso, Pollock, Braque, entre otros, reflejaban en sus cuadros; ellos interpretaban la vida y la plasmaban en el lienzo de manera abstracta y surrealista; pero dejaban también la interpretación de la obra abierta a los espectadores, ya que sus estilos incluso hoy tienden a comprenderse con mucha subjetividad. Cada ojo veía y ve algo distinto.            
            Cuando se argumenta sobre el arte es necesario explicar los papeles que juegan la estética y la forma en la misma. Luigi Pareyson, filósofo italiano e importante pensador de la estética y la formativa,  establece la teoría de la formatividad que dice que toda la vida humana es invención, producción de formas; que su laboriosidad da lugar a creaciones orgánicas dotadas de comprensibilidad y autonomía propias. Ahora bien, en este argumento Pareyson habla de la invención en términos generales; el arte tiene unos procesos formativos que la diferencian de otras formaciones, las cuales Umberto Eco explica al escribir sobre cómo la persona crea arte, cómo piensa y actúa para lograr sus formaciones y cómo estas ya realizadas expresan la personalidad del autor. No se puede olvidar plantear que la pintura también obtiene su valor de lo que de ella se interprete y que es importante que se de la oportunidad al artista de manifestarse en su creación. El arte es algo inimitable y además, experimental en donde la estética podría llegar a
ser dominante pero también estaría abierta a una consideración de cada espectador individualmente.
Generalmente hablando creo que la utilidad que se le da al arte nunca puede ser juzgada como mala o buena, mejor o peor. Esta se recuesta de los procesos de formación que habla Umberto Eco y, es además un periodo de experimentación que luego termina en un desarrollo agradable al ojo del creador. No hablo de un resultado final sino de un desarrollo, ya el arte es algo que logra muchas soluciones pero nunca deja de evolucionar o cambiar. Es también por eso necesario recordar que a la hora de contemplar una obra de arte se debe hacerlo evaluando todo el proceso formativo y no solo recostarse de lo que se aprecia ante una contemplación estática y superficial.