2 de noviembre de 2012

Renacimiento/ Arte Gótico

 

Verónica C. Rosado Pérez                                                                                       Rosado Pérez 1

Arqu 3121-005

Prof. Javier Isado

2 de noviembre de 2012

Las proporciones  del  hombre perfecto

Han sido muchos los que se han preguntado sobre la complejidad de las medidas y proporciones que utilizaban las antiguas generaciones;  civilizaciones medievales que lograron obras tan arduas y precisas como lo que el Partenón y otros templos griegos, y tan afanosas  y abstractas como las catedrales góticas de toda Europa medieval; uno de los mejores ejemplos es la Catedral de Amiens. Los antiguos griegos lograron una perfección casi imposible de entender para los estudiosos que hoy investigan los secretos que guarda esa arquitectura  en los  complejos templos. La aparición de la arquitectura gótica en Europa fue un móvil para la utilización de proporciones abstractas en la construcción de estas grandes catedrales que logran una altura que muchos ingenieros, expertos, arquitectos e historiadores tratan de explicarse; y que además suponen puede ser causa de una posible catástrofe de colapso de estas majestuosas obras. Lo que los investigadores analizan e intentan comprender es cómo estas sociedades lograron esas majestuosas obras sin los medios que hoy se tienen. Cómo esas generaciones lograron establecer  unos complejos y precisos sistemas de proporción que se derivaron del profundo estudio del cuerpo humano, en el caso de los griegos; y el estudio de la Biblia y otros escritos sagrados en el caso del arte gótico. 

La antigua Grecia es un ejemplo concreto de la perfección que puede existir en las proporciones del cuerpo humano y cuan útiles pudieron  ser para lograr unas majestuosidades de proyectos que prevalecen hasta hoy. Un proyecto que nos sirve de base para explicar esta argumentación es El Partenón en la Acrópolis, una obra que los griegos realizaron para el siglo V donde utilizaron unos cálculos y medidas tan rigurosos, que son casi incomprensibles para el grupo de restauración de Acrópolis, quienes trabajan por salvar esta gran obra arquitectónica. El Partenón fue construido en mármol por miles de escultores de aquella época  durante un periodo de aproximadamente nueve años; un lapso de tiempo relativamente corto para lo que es este templo que se compone de alrededor de 7,000 piezas, cada una con una información distinta que dar a los restauradores.  Se cree que los griegos consideraban al hombre como poseedor de las medidas ideales y que sus construcciones se basaban en cálculos sobre sus partes, como se relacionaban unas con otras; incluso los investigadores consideraron la utilización de la ilusión óptica para lograr las curvas tan sutiles que el Partenón posee. Una característica que el Grupo de la Acrópolis debe lograr es la unión precisa de todas esas piezas que componen la estructura en el orden correcto, con el fin de proyectar las curvas y los pocos ángulos rectos que los griegos trabajaron siglos atrás.

            Ahora bien, los griegos no fueron los únicos que lograron complejidades arquitectónicas casi incomprensible e inimaginables. Hubo un grupo de arquitectos durante la época medieval que trabajó lo que conocemos como la arquitectura o arte gótica y se destacó por crear unas alturas increíbles en sus obras, que en este caso nos referimos a las catedrales; además por dar un significado divino  a esas maravillas de proyectos. Suger es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura gótica, quien utilizada la luz como elemento de construcción en sus catedrales; una prueba de esto lo es la Catedral de San Denis.  Hoy, un grupo de ingenieros, arquitectos e historiadores tratan de entender como estas catedrales alrededor de toda Europa Occidental logran sostenerse, qué hicieron estos arquitectos y en qué estudios se basaron para elaborar estas obras divinas. Los investigadores mientras buscan estas respuestas descubren las terribles consecuencias que sufren las catedrales hoy por los errores que cometieron aquellas generaciones, y logran concluir que estos arquitectos buscaban una cercanía a la divinidad de Dios, así que se basaban en escritos bíblicos para establecer las proporciones y medidas que utilizaban. Otro dato fundamental en esta dialéctica es que la gran altura de las catedrales se debía al diseño de los arcos puntiagudos que dirigían la fuerza de gravedad hacia un punto más diagonal y vertical, provocando que las líneas de tensión soportaran mayor peso y altura que lo que previamente soportaba un arco de medio punto.

            Hablando en términos generales se puede deducir que la arquitectura medieval tuvo y tiene mucho que decir entre sus paredes, secretos que pueden anunciar posibles colapsos de grandes obras, como lo es la catedral de Amiens o la de Chartres en Francia;  así como magníficos descubrimientos que responden lo arduo y casi perfecto que fue la elaboración de los templos griegos.